¡Hola! Si eres un jugador que quiere obtener el máximo rendimiento de su PC con Windows, estás en el lugar adecuado. Saber cómo optimizar Windows para jugar puede hacer que tu experiencia pase de ser simplemente aceptable a ser fluida y envolvente. Con unos sencillos cambios en la configuración, puedes aumentar la velocidad, reducir el retraso y hacer que tus juegos funcionen mejor, sin necesidad de costosas actualizaciones. Tanto si eres un jugador ocasional como un jugador empedernido, estos consejos te ayudarán a disfrutar de una experiencia de juego más fluida. ¡A jugar!

Actualiza tus drivers

Lo primero: ¡actualiza los controladores! Especialmente el controlador de la tarjeta gráfica. Compañías como NVIDIA y AMD lanzan a menudo actualizaciones que mejoran el rendimiento, especialmente para los nuevos juegos. Visita sus sitios web, descarga los últimos controladores e instálalos.

  • NVIDIA: Descargas de controladores NVIDIA
  • AMD: Controladores y soporte de AMD

Desactiva los programas de inicio que no necesites

Cuando se enciende tu ordenador, muchos programas se cargan automáticamente. Muchos de ellos no son necesarios para jugar. ¡Vamos a poner orden! Haz clic con el botón derecho en la barra de tareas y elige «Administrador de tareas». Ve a «Inicio» y desactiva los programas que no necesites de inmediato (aunque mantén activados los importantes, como el antivirus).

Activar el Modo Juego

Windows 10 y 11 tienen un Modo Juego especial que aumenta el rendimiento dando prioridad al juego sobre los recursos del sistema.

Ajusta los efectos visuales para mejorar el rendimiento

Los efectos visuales son bonitos, pero pueden consumir energía de la que tus juegos podrían beneficiarse. Busca «Ajustar la apariencia y el rendimiento de Windows» en el menú Inicio. En esa ventana, elige «Ajustar para obtener el mejor rendimiento». O selecciona «Personalizado» para elegir qué efectos quieres conservar.

Desactivar aplicaciones en segundo plano

Muchas aplicaciones en segundo plano también pueden consumir recursos del sistema, pero puedes desactivarlas para mejorar el rendimiento del juego. Ve a Ajustes > Privacidad > Aplicaciones en segundo plano y desactiva aplicaciones concretas o desactiva todas a la vez.

Libera espacio en disco

Tener suficiente espacio libre en tu disco duro o SSD es clave para ejecutar bien los juegos. Limpia los archivos que ya no necesites. Utiliza el Liberador de espacio en disco buscándolo en el menú Inicio. Si tienes juegos viejos o archivos que no utilizas, piensa en desinstalarlos o moverlos a otro sitio.

Optimiza los Ajustes de Potencia

Si utilizas un ordenador de sobremesa, cambia al modo «Alto rendimiento» para aumentar un poco la velocidad. Ve a Ajustes > Sistema > Encendido y suspensión > Ajustes de energía adicionales y elige Alto rendimiento.

Mantén frío tu PC

Los juegos pueden calentar mucho las cosas, ¡especialmente los juegos con muchos gráficos! Asegúrate de que tu sistema se mantiene frío limpiando el polvo de los ventiladores y garantizando un buen flujo de aire. Una almohadilla de refrigeración para portátiles o ventiladores adicionales para ordenadores de sobremesa también pueden ayudar.

Instala una SSD (Unidad de Estado Sólido)

Si todavía utilizas un disco duro antiguo (HDD), cambiar a un SSD supondrá una gran diferencia en los tiempos de carga y en la rapidez con la que se siente todo. ¡Realmente cambia el juego!

Overclockea tu GPU

¿Te sientes aventurero? El overclocking de tu GPU puede mejorar bastante el rendimiento. Pero ten cuidado: el overclocking puede provocar un sobrecalentamiento si se hace mal. Recomiendo programas como MSI Afterburner o EVGA Precision X para ajustar la configuración de forma segura.

Cerrar servicios innecesarios

¿Sigues teniendo problemas? Prueba a cerrar los servicios no esenciales de Windows. Abre el Administrador de tareas (Ctrl + Mayús + Esc) y busca en Procesos las cosas que consumen recursos. Si ves algo que no es necesario, haz clic con el botón derecho y pulsa «Finalizar tarea».

Instalar actualizaciones de DirectX y .NET Framework

¡Los juegos funcionan mejor con las últimas actualizaciones de DirectX y .NET Framework! Asegúrate siempre de que están actualizadas: Comprueba aquí las actualizaciones de DirectX y Windows Update suele encargarse de .NET Framework, pero a veces es bueno comprobarlo manualmente.

Desinstalar Bloatware

Algunos PC vienen con software preinstalado (ese bloatware) ¡que absorbe recursos innecesariamente! Ve a Panel de control > Programas > Desinstalar un programa para eliminar lo que no utilices.

Desactiva las actualizaciones automáticas de Windows mientras juegas

¡No hay nada peor que Windows se actualice justo cuando estás jugando! Configura las horas activas para que no interrumpa tu diversión jugando. Ve a Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update y ajusta las horas activas.

Ajustar la configuración del juego

Por último, ¡ajustar la configuración del juego puede darte esa jugabilidad más fluida que buscas! Baja la resolución o reduce ajustes gráficos como las sombras si tu sistema tiene problemas.

¿Listo para jugar?

¡Esto es todo! Siguiendo estos pasos sobre cómo optimizar Windows para juegos, tu PC debería funcionar con mucha más fluidez, ayudándote a disfrutar de cada momento de juego de forma más eficiente. Así que adelante, empieza a jugar y ¡diviértete! Si necesitas más ayuda sobre cómo optimizar Windows para juegos: ¿Listo para jugar?, pregúntame: ¡siempre estoy aquí para ayudarte!

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