Windows 11 es el último sistema operativo de Microsoft, que ofrece varias mejoras respecto a sus predecesores. Sin embargo, como cualquier sistema operativo, puede beneficiarse de optimizaciones adicionales para maximizar la velocidad y la eficiencia. En esta guía sobre cómo optimizar Windows 11 para un rendimiento más rápido, te guiaremos a través de consejos prácticos para aumentar la capacidad de respuesta de tu sistema. Tanto si trabajas con un ordenador nuevo como con un dispositivo antiguo, estos sencillos ajustes pueden ayudarte a agilizar tus tareas diarias y garantizar que sacas el máximo partido a tu experiencia con Windows 11.
Desactivar Programas de Inicio
Cuando enciendes el ordenador, algunos programas empiezan a ejecutarse automáticamente en segundo plano. Aunque esto puede ser cómodo, a menudo provoca tiempos de arranque más lentos y un menor rendimiento general. He aquí cómo puedes tomar el control de tus programas de inicio:
- Pulsa Ctrl + Mayús + Esc para abrir el Administrador de tareas
- Haz clic en la pestaña «Inicio».
- Revisa la lista de programas y desactiva los que no necesites al inicio
Al hacer esto, notarás que tu ordenador arranca más rápido y responde mejor desde el principio. Recuerda que no debes desactivar ningún programa o servicio esencial del que dependas.
Desinstalar software innecesario
Con el tiempo, nuestros ordenadores tienden a acumular software que ya no utilizamos. Estos programas ocupan un espacio valioso y pueden ralentizar tu sistema. Hagamos limpieza:
- Ve a Ajustes > Aplicaciones > Aplicaciones instaladas
- Revisa la lista y desinstala las aplicaciones que no utilices o necesites
- Considera la posibilidad de sustituir las aplicaciones pesadas por alternativas más ligeras
Por ejemplo, si tienes una voluminosa suite ofimática que utilizas poco, puedes plantearte cambiar a una alternativa online más ligera. Esto no sólo libera espacio, sino que también puede mejorar el rendimiento general de tu sistema.
Ajusta la potencia
Windows 11 viene con diferentes planes de energía para equilibrar el rendimiento y el consumo de energía. Si utilizas un ordenador de sobremesa o no te importa sacrificar algo de duración de la batería a cambio de velocidad en tu portátil, quizá te convenga cambiar al plan «Alto rendimiento»:
- Abre Panel de control > Opciones de energía
- Selecciona la opción «Alto rendimiento» o «Máximo rendimiento».
Ten en cuenta que aunque esto puede aumentar la velocidad de tu sistema, también puede aumentar el consumo de energía. Si utilizas un ordenador portátil, quizá te convenga utilizar este ajuste sólo cuando esté enchufado.
Desactivar efectos visuales y animaciones
Windows 11 tiene un aspecto estupendo con sus elegantes animaciones y efectos visuales. Sin embargo, pueden ralentizar tu sistema, especialmente en hardware antiguo. Aquí te explicamos cómo reducirlos:
- Ve a Ajustes > Sistema > Ajustes avanzados del sistema > Ajustes de rendimiento
- Selecciona «Ajustar para obtener el mejor rendimiento» o desactiva manualmente los efectos individuales
Puede que notes que tu sistema parece más ágil después de este cambio. No te preocupes, tu ordenador seguirá viéndose bien, sólo que sin algunas de las elegantes transiciones y sombras.
Utiliza Storage Sense para limpiar el disco
Storage Sense es una práctica función de Windows 11 que limpia automáticamente los archivos innecesarios. A continuación te explicamos cómo configurarlo:
- Ve a Ajustes > Sistema > Almacenamiento > Sentido del Almacenamiento
- Activa Storage Sense y configura la frecuencia con la que debe ejecutarse
Esta herramienta puede ayudarte a mantener limpio tu disco duro y a liberar espacio regularmente, lo que puede contribuir a mejorar el rendimiento del sistema.
Desfragmentar y optimizar unidades
Si utilizas un disco duro tradicional (HDD), la desfragmentación periódica puede ayudar a mejorar el rendimiento:
- Ve a Configuración > Sistema > Almacenamiento > Optimizar unidades
- Selecciona tu unidad y haz clic en «Optimizar».
Para quienes tengan unidades de estado sólido (SSD), Windows 11 las optimiza automáticamente, por lo que no tendrás que preocuparte de este paso.
Actualiza Windows y los controladores regularmente
Mantener tu sistema actualizado es crucial para un rendimiento óptimo:
- Ve a Configuración > Windows Update > Buscar actualizaciones
- Instala las actualizaciones disponibles
- Utiliza el Administrador de dispositivos para buscar actualizaciones de controladores
Las actualizaciones periódicas no sólo mejoran el rendimiento, sino que también corrigen errores y añaden nuevas funciones.
Utiliza un programa antivirus ligero
Aunque la protección antivirus es esencial, algunos programas pueden consumir muchos recursos. Windows Defender, que viene incorporado con Windows 11, es una opción buena y ligera. Si prefieres software de terceros, busca uno conocido por su bajo impacto en el sistema.
Aumentar la Memoria Virtual (Pagefile)
La memoria virtual te ayuda cuando tu RAM física se está agotando. Aquí te explicamos cómo ajustarla:
- Ve a Ajustes > Sistema > Acerca de > Ajustes avanzados del sistema > Ajustes de rendimiento > Memoria virtual
- Establece un tamaño personalizado basado en las recomendaciones del sistema
Esto puede ayudar a mejorar el rendimiento, especialmente cuando se ejecutan aplicaciones que consumen mucha memoria.
Desactiva las aplicaciones en segundo plano
Algunas aplicaciones se ejecutan en segundo plano aunque no las estés utilizando. Para desactivar esto:
- Ve a Ajustes > Privacidad y Seguridad > Aplicaciones en segundo plano
- Desactiva las aplicaciones que no necesitan ejecutarse en segundo plano
Esto puede liberar recursos del sistema y mejorar el rendimiento general.
Utiliza el Solucionador de problemas de rendimiento de Windows 11
Windows 11 tiene una herramienta integrada para ayudar a identificar y solucionar los problemas de rendimiento:
- Ve a Ajustes > Sistema > Solucionar problemas > Otros solucionadores de problemas > Rendimiento
- Ejecuta el solucionador de problemas y sigue sus recomendaciones
Puede ser un buen punto de partida si tienes problemas de rendimiento.
Actualiza el hardware (si es necesario)
A veces, los ajustes de software no son suficientes. Si tu ordenador es antiguo, plantéate actualizar el hardware:
- Cambiar de un HDD a un SSD puede mejorar drásticamente los tiempos de arranque y carga
- Añadir más RAM puede ayudarte si te quedas a menudo sin memoria
- Actualizar tu tarjeta gráfica puede aumentar el rendimiento en juegos y tareas que requieran muchos gráficos
Estas actualizaciones pueden insuflar nueva vida a un sistema antiguo con Windows 11.
Conclusión
Optimizar Windows 11 para un rendimiento más rápido no tiene por qué ser complicado. Siguiendo estos pasos, puedes mejorar significativamente la velocidad y capacidad de respuesta de tu ordenador. Cada sistema es diferente, por lo que es importante experimentar y encontrar los ajustes que se adapten a tus necesidades. Un mantenimiento constante y una gestión consciente de los recursos de tu sistema garantizarán una experiencia de Windows 11 más fluida y agradable a largo plazo.